El fallo, firmado por los camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens, determinó que el poseedor del rodado «se compromete a mantener el bien en buen estado, abonar el seguro obligatorio para conducir y no enajenarlo ni reducirle su valor».
La restitución del vehículo, un Toyota Corolla, había sido pedida por el defensor oficial de D´Alessio, Gustavo Kollmann, pero el juez Julián Ercolini consideró que «no resultaba adecuado acceder a lo peticionado, toda vez que el objeto procesal versa sobre un posible caso de lavado de activos, cuyo delito precedente podría estar conformado por la actividad desplegada» por el falso abogado.
D´Alessio afronta actualmente un juicio oral y público por algunos de los casos de extorsión e inteligencia ilegal que se le achacan y Ercolini consideró que el vehículo en cuestión podría ser producto de esas actividades ilícitas.
La entrega del rodado fue concedida «en carácter de depositario judicial a su hijo, para que lo pueda utilizar para trabajar y solventar sus estudios».
