El izquierdista Pedro Castillo se proclamó vencedor en el balotaje presidencial de Perú que disputó con la derechista Keiko Fujimori y señaló que «el pueblo ha hablado» al mantener una ventaja de casi 70 mil votos con el 98,3 de las sufragios escrutados.
«De acuerdo al informe de nuestros personeros (interventores), ya tenemos el conteo oficial del partido, donde el pueblo se ha impuesto a esta gesta, a la cual saludamos. Por eso pido también no caer en la provocación», expresó Castillo al adelantarse a la conclusión final de un sufragio que se presentó como muy apretado.
Castillo, de Perú Libre, se imponía con el 98,338 por ciento de las mesas escrutadas con 50,206 por ciento de los votos (8.735.448) frente a al 49.794 por ciento (8.663.684) de Fujimori, de Fuerza Popular.
Por otro lado, Fujimori mantenía sus denuncias de fraude, centradas especialmente en la impugnación por parte del partido de Castillo a mesas que la favorecerían, en tanto que apostaba al voto de los peruanos en el exterior, que también la tendrían como favorita, pese a que también restaban votos provenientes de sectores rurales en los que se hacía fuerte Castillo.
La expectativa de la candidata se encuentra en los votos del exterior, ya que son cerca de un millón los peruanos residentes en 75 países.
Los residentes en el extranjero si tuvieran asistencia perfecta representarían el 4 por ciento del padrón, pero en la primera vuelta representaron sólo el 0,8.
La hija del ex presidente Alberto Fujimori, quien va por su tercer intento de gobernar Perú, hizo la mismas denuncias cuando perdió con Pedro Kuzcynski.
Observadores internacionales contrastan las afirmaciones de Fujimori al destacar la limpieza de los comicios. No obstante, abogados de importantes estudios que apoyan a Fujimori iban a presentar en las próximas horas pedidos para anular más de cien mil votos que favorecieron a Castillo.
Los letrados buscarán una fórmula para evitar que ese apoyo sea considerado un financiamiento privado a la candidata derechista, lo que es ilegal en Perú. Por otro lado, Castillo intentó en las últimas horas ensayo algún guiño al sector empresario y financiero que se mostraba reacio a su llegada al poder.
«Hay ciertas zancadillas como la subida del dólar, que mañana va a subir unos puntos más, el costo del pan, el costo del pollo, el costo de la canasta familiar. ¡Mentira! Lo que pasa es que hay cierta incertidumbre, pero el pueblo ya no las cree», advirtió.
