«Después de haber dado negativo esta semana, la presidenta Pelosi recibió un resultado positivo en la prueba de COVID-19 y actualmente es asintomática», escribió en un tuit el subjefe de personal Drew Hammill, quien agregó que ella recibió todas las vacunas y el refuerzo.
Hammill también indicó que Pelosi, de 82 años, se mantendrá en cuarentena de acuerdo con las directrices de salud federales.
Todo eso transcurrió el jueves, pero no obstante las aclaraciones de Hammill, China continuó elevando el tono este viernes y pidió que el viaje sea definitivamente cancelado y no postergado.
Una delegación del Congreso que tenía previsto viajar a Asia, encabezada por Pelosi, «será aplazada para una fecha posterior», señaló Hammill.
En un primer momento parecía que la nueva circunstancia enfriaba la situación que se había creado cuando China advirtió que Pelosi insistía en visitar Taiwán, tomará medidas firmes y robustas para salvaguardar resueltamente su soberanía e integridad territorial, y la parte estadounidense deberá asumir todas las consecuencias.
La visita planeada de Pelosi a Taiwán debe ser cancelada inmediatamente, indicó -antes de que se conociera la noticia de su enfermedad- el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, quien además instó a la parte estadounidense a atenerse al principio de una sola China y las estipulaciones de los tres comunicados conjuntos chino-estadounidenses.
Antes China había condenado no solo a los Estados Unidos sino a otras naciones, por la misma cuestión Taiwán.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China reiteró este viernes la posición del país asiático frente a la nueva situación.
El portavoz Zhao Lijian formuló las declaraciones en una conferencia de prensa diaria, al responder una pregunta sobre el tema.
Tras expresar sus condolencias a Pelosi y desearle una pronta recuperación, Zhao expresó que lo que debe hacer no es posponer la visita, sino cancelarla inmediatamente.
