A inicios de octubre, las reservas internacionales de Brasil eran de alrededor de 326.000 millones de dólares, el mismo nivel que había en abril de 2011.
En el acumulado del año hasta el 10 de octubre, las reservas internacionales de Brasil disminuyeron en 35.100 millones de dólares, un descenso del 9,7 por ciento y en el último mes, experimentaron las mayores pérdidas de este año.
Según el Banco Central, entre el 9 de septiembre y el 10 de octubre, el descenso llegó a casi 12.000 millones de dólares, equivalente al 3,5 por ciento del valor total en el período.
Las ventas de dólares por parte del Banco Central para evitar la depreciación del real, así como el uso de las reservas por parte del Gobierno para hacer frente a obligaciones a corto plazo explican la disminución de las reservas.
Según el Banco Central, las reservas internacionales de Brasil al finalizar 2021 eran en dólares estadounidenses (80,34 por ciento), euros (5,04 por ciento), renminbi de China (4,99 por ciento), libra esterlina (3,47 por ciento) y oro (2,25 por ciento) principalmente.
En tanto, la carrera presidencial de Brasil se redujo a una brecha de cuatro puntos porcentuales entre el candidato de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva y el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, quienes ahora aparecen empatados estadísticamente, según una encuesta publicada el miércoles.
Según Datafolha, Lula ahora tiene el 49% del apoyo de los votantes contra el 45% de Bolsonaro a menos de dos semanas de la segunda vuelta el 30 de octubre, en comparación con el 49% y el 44% respectivamente en la encuesta anterior hace cinco días.
La encuesta tiene un margen de error de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, lo que significa que matemáticamente ambos podrían estar empatados en un 47%.
La encuesta también mostró que el 94% de los votantes brasileños ya decidió por quién votarán, dejando a los candidatos luchando por el 6% restante.
Fue la primera encuesta de Datafolha desde el debate presidencial del domingo, donde Bolsonaro atacó los escándalos de corrupción bajo el Partido de los Trabajadores de Lula, que gobernó de 2003 a 2016: se entrevistó a 2.912 votantes entre el 17 y el 19 de octubre.
Mientras tanto, el gobierno brasileño prometió una jornada electoral «tranquila» el próximo 30 de octubre, en palabras del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Anderson Torres.
Bolsonaro continúa siendo esclavo de sus palabras y tuvo que disculparse con un grupo de mujeres después de haber afirmado que un contingente de adolescentes refugiadas de origen venezolano se prostituía.
El presidente del Brasil aseguró que sus declaraciones fueron sacadas de contexto por el equipo de Lula da Silva y sus fieles mediáticos, según la prensa internacional.
La disculpa pública de Bolsonaro dirigida a «nuestras hermanas venezolanas» llegó para frenar la más reciente polémica del presidente y candidato a la reelección, tras referirse en varias ocasiones a un grupo de menores refugiadas venezolanas en términos que sugerían que ejercían la prostitución, sin ofrecer ningún contexto más allá de sus comentarios fuera de lugar.
«Si esas palabras que, por mala fe, fueron sacadas de contexto, fueron de alguna forma malentendidas y provocaron alguna vergüenza a nuestras hermanas venezolanas, pido disculpas», expresó personalmente el mandatario en un video.
En varias ocasiones Bolsonaro afirmó que, durante un paseo por motocicleta por Brasilia, vio a unas jovencitas venezolanas bien «arregladas».
El Presidente utilizó una expresión que denota posible interés sexual y contó que se acercó a las chicas y les pidió entrar a su casa, según un informe que publicó el sitio en Internet del canal France 24.
«Yo me pregunto: Unas chicas bonitas, de 14 o 15 años, arregladas un sábado. ¿Para qué?: Ganarse la vida», concluyó el jefe de Estado, quien recibió hasta una acusación por parte de la campaña rival de ‘Lula da Silva por presunta «pedofilia», que la Justicia desestimó.
El inquilino del Palacio de la Alvorada arguyó que sus palabras fueron sacadas de contexto al solo intentar mostrar su preocupación por «evitar cualquier tipo de explotación de mujeres vulnerables».
En el material publicado, Jair Bolsonaro aparece junto a su esposa y la representante venezolana desiganada por el opositor venezolano Juan Guaidó, quien es reconocido por su Administración como el «presidente legítimo» de Venezuela.
Pero por si eso fuera poco, el actual Presidente brasileño que va por la reelección debió soportar ataques por su presunto «canibalismo» cuando los seguidores de ´Lula´ revivieron un video en el que Bolsonaro afirmó que estaba dispuesto a comer carne humana en un ritual indígena no especificado y hablando en logias masónicas, consideradas paganas por varios de sus aliados evangélicos.
Desde el Gobierno catalogaron estas insinuaciones como mentiras calumniosas y negaron cualquier asociación con el canibalismo o los rituales paganos.
Según Fabio Malini, profesor de nuevos medios de la Universidad Federal de Espirito Santo, «Bolsonaro se ha convertido en víctima de su propia estrategia de comunicación armada, que enturbia el debate público con sarcasmo, burla y humillación con el objetivo de dividir a la sociedad brasileña».
El sitio del canal francés aprovecha entonces esa situación con las adolescentes venezolanas para historiar los enfrentamientos de Bolsonaro con las mujeres.
Comentarios considerados machistas mientras hablaba del descenso de los feminicidios en el país se le atribuyen en sus transmisiones en vivo a través de las redes sociales.
«Buenas noticias para las mujeres, ¿verdad? Aunque una buena noticia son los besos, rosas, regalos, vacaciones. ¿Es eso mismo? ¿Es eso lo que les gusta? A mí también me gusta», es una de las frases que se le atribuyen.
En otra ocasión, en medio de un debate electoral, el presidente arremetió contra una periodista que le cuestionó sobre su postura respecto a la vacuna del coronavirus: «Creo que te vas a la cama pensando en mí. Estás enamorada de mí».
En uno de los casos más criticados, el mandatario realizó un comentario inadecuado en relación a la primera dama de Francia, Brigitte Macron. Hecho que fue respondido, por el jefe de Estado francés.
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Lula apela al voto evangélico.
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Por fuera de toda polémica, Lula da Silva aseguró a los cristianos evangélicos de Brasil que no restringirá las libertades religiosas si es elegido y elogió la dedicación a sus creencias.
En una carta pública a los evangélicos brasileños, Lula manifestó que personalmente se oponía a la legalización del aborto y que su gobierno dejaría que el Congreso decidiera ese tema.
Lula aclaró que su mensaje estuvo motivado por las mentiras de campaña difundidas por su rival que advierten a los votantes que un gobierno de Lula cerraría iglesias y restringiría las libertades religiosas.
«Mi Gobierno no adoptará ninguna política que dañe la libertad religiosa o cree obstáculos para que las iglesias funcionen libremente», indicó.
Lula precisó que el uso de creencias religiosas para obtener ganancias políticas en la campaña electoral fue un «escándalo triste» y prometió nunca usar la religión políticamente ni violar la separación de la iglesia del estado.
Su adversario, Bolsonaro, cuenta con un fuerte respaldo de las iglesias evangélicas de rápido crecimiento de Brasil debido a su agenda conservadora basada en valores familiares y pro-vida, y el rechazo al matrimonio homosexual y la legalización de las drogas.
Con uno de cada cuatro brasileños que se cree que es evangélico hoy en este país predominantemente católico, una encuesta reciente de PoderData dijo que el 62% de los votantes evangélicos está a favor de Bolsonaro, y solo el 38% respalda a Lula, quien cuenta con el apoyo del 51% de los católicos.
LA DESVALORIZACIÓN DEL REAL PROVOCA UNA CAÍDA RÉCORD DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES DE BRASIL EN 11 AÑOS
La desvalorización del real brasileño frente al dólar y las actuaciones del Banco Central para frenar la depreciación de la moneda hicieron que las reservas internacionales de Brasil estén al nivel más bajo en 11 años, según divulgó el ente emisor, cuando restan menos de dos semanas para la segunda vuelta electoral que definirá la carrera presidencial entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula Da Silva.