De los fallecidos, 36 fueron registrados en el estado de Río Grande do Sul y uno en el estado vecino de Santa Catarina.
En el primer estado mencionado, fronterizo con Uruguay y la Argentina, la Defensa Civil reportó además nueve desaparecidos y más de 4.000 personas evacuadas por el ciclón que provocó inundaciones y destrozos en 79 municipios.
Las ciudades más afectadas son las que están ubicadas en las márgenes del río Taquarí, que se desbordó.
Los municipios con más víctimas son Muçum, con 14, y Roca Sales, con nueve, ambos pertenecientes a Río Grande do Sul.
El gobernador surriograndense, Eduardo Leite, anunció que iba a declarar el estado de calamidad, en lo que consideró la peor tragedia climática registrada en por lo menos 40 años.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva informó en sus redes sociales que ordenó el envío de fondos para ayudar a las víctimas y reconstruir carreteras y puentes destruidos por el paso del ciclón, con vientos de más de 110 kilómetros por hora.
En mayo pasado 16 personas habían fallecido por el paso de un ciclón extratropical en Río Grande do Sul.
Según el Instituto Nacional de Meteorología, el ciclón provocó también lluvias y tempestades, en menor intensidad, en los estados de Paraná (sur), Mato Grosso do Sul (centro) y San Pablo (sureste).
