Encontraron el arma con la que asesinaron a Yadón e hirieron al diputado Olivares

hallada en la casa del principal sospechoso de haberles disparado. Los detalles que dio el chofer del Vento y la versión de la mayoría de los detenidos.


El arma calibre 40 que el viernes, durante un allanamiento, fue hallada en la casa de Juan José Navarro Cádiz (25) es la misma que se usó para balear al diputado radical Héctor Olivares (61) y su asesor Miguel Yadón (58), quien murió por los disparos.

Así lo confirmaron fuentes de la investigación que intenta esclarecer el crimen ocurrido en la mañana del jueves a una cuadra y media del Congreso Nacional. La pistola con mira láser fue identificada luego de pericias balísticas, y trascendió que estaba escondida en la cocina de la vivienda. 


Además, en la madrugada de este sábado se incorporó al expediente la declaración de  Juan Jesús Fernández (42). El hombre robusto al que se ve bajar tambaleante del vehículo desde donde salieron las balas aseguró que fue su primo Navarro Cádiz quien efectuó los disparos. La identificación del arma homicida, entonces, estaría respaldando esa hipótesis.

En la indagatoria, «El Gitano» Fernández dio detalles ante el juez de instrucción Mariano Iturralde y la fiscal Estela Andrades. Dijo que su primo menor, apodado «El Cebolla», estaba drogado y borracho; y que ambos se encontraban conversando en el auto cuando imprevistamente el joven de 25 años sacó el arma y efectuó los disparos. 

Según su versión, coincidente con lo que aseguran la mayoría de los indagados hasta el momento,  Navarro Cádiz les disparó a Yadón y Olivares pero podría haberle apuntado a cualquier otra persona que pasara por allí. Afirmó que no conoce a las víctimas del ataque y en consecuencia, negó que hubiera un móvil pasional o que responda a razones personales. 


Fernández también aclaró que luego del crimen se fue del lugar porque tuvo mucho miedo. Y sostuvo que él simplemente estaba estacionado en el lugar donde paraba siempre, por lo general para encontrarse con conocidos, con los que solía conversar en el auto. De hecho, siempre según su testimonio, en la mañana del jueves estaba escuchando a su primo, quien se encontraba algo aflijido por una discusión que había tenido con su mujer. 

Su relato coincide con el que había dado su hija, Stefanía Fernández Cano (24), quien también señaló a «El Cebolla» como el autor de los disparos. La joven había sido señalada como posible instigadora de un supuesto «crimen pasional», y en su declaración ante el juez y la fiscal incluso se mostró ofendida ante esa versión. Y dijo no conocer ni a Olivares ni a Yadón. 


peritos de la causa lograron desbloquear el celular de Stefanía, y no hallaron indicios de ningún contacto con Yadón, como se especulaba. Claro que aún faltan peritajes más profundos, que comprueben si existe información que pueda haber sido borrada del teléfono. 

La versión coincidente de la mayoría de los integrantes del clan de la comunidad gitana que están detenidos es coincidente. En resumen:, sostienen que el crimen fue al azar, producto del mal estado en el que se encontraba el asesino. Pero, además de las pericias que confirmen esa versión, aún falta una declaración clave: justamente, la de quien es señalado como autor del crimen, quien está detenido en Uruguay.


En Montevideo, según trascendió, Juan José Navarro Cádiz reconoció ante un fiscal haber estado en el auto en el momento de los disparos, pero no dijo nada sobre quién los efectuó. 

En la Justicia argentina esperan poder indagarlo para incorporar su versión a la causa. Y creen  que podrían hacerlo en los primeros días de la semana próxima, luego de que Uruguay autorice su extradición, un trámite que al parecer «se está moviendo rápido».

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