El papa Francisco encabezó hoy una misa en la capilla de la Casa Santa Marta y pidió que haya «acceso universal» a los tratamientos contra el coronavirus, al tiempo que abogó por una colaboración «transparente y desinteresada» a nivel mundial para encontrar una vacuna.
«Una vez más quiero expresar mi cercanía a los enfermos de Covid-19, a los que se dedican a su cuidado y a todos los que, de algún modo, sufren por la pandemia», sostuvo el Sumo Pontífice al recitar la oración del Regina Caeli desde el Vaticano.
Francisco remarcó también su deseo de «apoyar y dar ánimo a la colaboración internacional que se está activando con varias iniciativas para responder de modo adecuado y eficaz a la grave crisis que se está viviendo».
«Es importante, de hecho, juntar las capacidades científicas, de forma transparente y desinteresada, para encontrar vacunas y tratamientos, y garantizar el acceso universal a las tecnologías esenciales que permitan a toda persona contagiada, en cada parte del mundo, recibir las curas sanitarias necesarias», remarcó.
Por otra parte, exhortó a que el testimonio de sacerdotes y médicos, muchos de ellos fallecidos atendiendo enfermos de coronavirus, » ayude a cuidar del santo pueblo fiel de Dios».
En lo que es el Cuarto Domingo de Pascua, Domingo del Buen Pastor, el Sumo Pontífice señaló que recordar a Jesús el Buen Pastor le «hace pensar en tantos pastores que en el mundo dan su vida por los fieles, incluso en esta pandemia, muchos, más de 100 aquí en Italia han fallecido».
«También pienso en otros pastores que se preocupan por el bien de la gente, los médicos. Se habla de los médicos, de lo que hacen, pero hay que tener en cuenta que, sólo en Italia, han fallecido 154 médicos, en un acto de servicio», precisó.
En relación a las lecturas y el Evangelio del día, Francisco subrayó que Jesús no solo es el pastor, «sino la puerta por la que se entra en el rebaño» y agregó que «todos los que vinieron y no entraron por esa puerta eran ladrones o bandidos o querían aprovecharse del rebaño: los falsos pastores».
«Y en la historia de la Iglesia ha habido muchos de estos que explotaron el rebaño. No les interesaba la grey, sino solo hacer una carrera o la política o el dinero. Pero el rebaño los conocía, siempre los conoció e iba a buscar a Dios en sus caminos», precisó el Papa.
Asimismo, añadió: «Pero cuando hay un buen pastor, hay un rebaño que sigue adelante, que continúa. El buen pastor escucha al rebaño, conduce al rebaño, cura al rebaño. Y la grey sabe distinguir entre los pastores, no está mal: el rebaño confía en el buen pastor, confía en Jesús».
Francisco subrayó que «el estilo de Jesús debe ser el estilo del pastor, no hay otro».
Además, prosiguió: «Uno de los signos del buen pastor es la mansedumbre, es la mansedumbre. El buen pastor es manso. Un pastor que no es manso no es un buen pastor. Tiene algo escondido, porque la mansedumbre se muestra tal cual es, sin defenderse».
«Por el contrario, el pastor es tierno, tiene esa ternura de la cercanía, conoce a las ovejas una a una por su nombre y cuida de cada una como si fuera la única, hasta el punto de que cuando llegan a casa después de un día de trabajo, cansados, se da cuenta de que le falta una, sale a trabajar otra vez para buscarla y la lleva consigo, la lleva sobre sus hombros. Este es el buen pastor, este es Jesús, este es quien nos acompaña en el camino de la vida, a todos», afirmó.