Con el rechazo de Juntos por el Cambio, el oficialismo de la Cámara de Diputados logró en la madrugada de hoy convertir en ley el proyecto que promueve la equidad en la representación de género en los servicios de comunicación.
La norma, que venía con una media sanción del Senado votada por unanimidad, obtuvo 134 votos positivos y 9 negativos.
Juntos por el Cambio intentó frustrar la votación cuando la mayoría de sus integrantes se levantó de las bancas (o se desloguearon aquellos que seguían la sesión de forma remota) con la intención de retacear el quórum, pero no alcanzó.
«No se están levantando de sus bancas porque se lo pide una radio comunitaria de Chascomús. Se están levantando de sus bancas porque se lo piden los grandes medios de comunicación de la Argentina», reprochó el diputado kirchnerista Germán Martínez.
La norma obliga a los medios de gestión a estatal a aplicar el principio de equidad sobre la totalidad de la planta, incluyendo los cargos de conducción.
Establece a su vez que debe garantizarse una proporción no inferior al 1% de personal de personas travestis, transexuales, transgéneros e intersex, en línea con el proyecto de cupo laboral que se había aprobado una hora antes para este colectivo históricamente vulnerado.
En cuanto a los servicios de comunicación de gestión privada opera una lógica diferente: un sistema de preferencia en la asignación de pauta oficial.
Concretamente, la norma crea un registro y apunta a expedir un certificado de equidad para aquellos que apliquen el principio de equidad a sus estructuras.
Aquellos servicios de comunicación privados que obtengan el certificado de equidad tendrán preferencia en la asignación de publicidad oficial.
Este fue el punto que motivó la discrepancia de Juntos por el Cambio, que alegó que un sistema de preferencia para la asignación de pauta oficial actuaría como «censura indirecta» y entraría «en colisión con el derecho a la libertad de expresión.
Así se expresó, por caso, la radical Karina Banfi, quien aclaró que comparte «el empoderamiento de las mujeres en los medios de comunicación y de cada uno de los colectivos que no están representados en su voz», pero subrayó que eso no se puede lograr a costa de poner en riesgo la libertad de expresión de los medios.
«¿Este es un proyecto de acción afirmativa para promover el lugar de las mujeres en los medios o también aprovechamos el momento para regular la pauta oficial?», se preguntó la legisladora de Juntos por el Cambio, que acto seguido afirmó que la pauta oficial debe regularse con una ley específica.
«Cuando leemos que efectivamente se impulsa una promoción generando una obligación sobre un sector, tenemos que ser muy cuidadosos. Podemos legislar todo lo que queremos pero siempre en el marco de la Constitución», agregó.
En este sentido, advirtió sobre una presunta «censura indirecta» sobre los medios de comunicación. La diputada del PRO Silvia Lospennato reforzó los conceptos expresados por Banfi al sostener que «está mal establecer un sistema de preferencia para recibir la publicidad oficial» porque «colisiona con el derecho a la libertad de expresión garantizado en nuestra Constitución y en los tratados de Derechos Humanos».
«Compartimos el espíritu, queremos acompañar la idea, estamos de acuerdo con el resto de la ley, pero no me perdonaría que por no advertir esto estemos coartando la libertad de expresión que es una garantía central del sistema republicano y la democracia», concluyó, anticipando su voto negativo.
La diputada nacional del Frente de Todos Claudia Bernazza subió la apuesta al señalar que después de escuchar los argumentos de uno y otro lado ya estaban «las cartas sobre la mesa» y en la votación quedaría en evidencia cómo se posiciona cada sector, «si a favor de la equidad de género o a favor de los intereses de los poderes reales».
La diputada del Frente de Todos Gisela Marziotta señaló que «la reacción» que esta ley produce en algunos sectores tiene que ver con que «amplia derechos y eso molesta».
«Es desde los medios de comunicación donde necesitamos generar ese relato de equidad y con una transversalidad de género desde la comunicación para lograr erradicar la violencia de género», resumió.
«Necesitamos más mujeres en los medios, más mujeres en las pantallas, en los micrófonos, en las redacciones, detrás de las cámaras y en las mesas directivas de los medios», enfatizó por su parte el presidente de la comisión de Comunicaciones e Informática, Pablo Carro.
Aclaró, no obstante, que «no es solamente que se sumen mujeres a los medios de comunicación sino que se incorpore una perspectiva feminista».