El descubrimiento llevó a los equipos a reubicar sus operaciones de búsqueda robótica submarina «en un intento de explorar el origen de los ruidos», indicó la Guardia Costera en una serie de tuits este miércoles.
Las nuevas búsquedas reubicadas por vehículos operados por control remoto no tuvieron resultados, pero continuarán, dijo la Guardia Costera.
La Guardia Costera no detalló la naturaleza, ni el alcance, de los sonidos detectados, ni cómo fueron captados.
Pero CNN y la revista Rolling Stone, basándose en comunicaciones internas del Gobierno estadounidense, informaron de forma independiente a última hora del martes de que aviones canadienses habían detectado ruidos de golpes a intervalos de 30 minutos en la zona de búsqueda.
Rolling Stone, la primera en informar de la noticia, dijo que los sonidos fueron detectados por boyas de sonar desplegadas en la zona «cerca de la posición de socorro» y que un sonar adicional captó más golpes cuatro horas más tarde.
CNN citó un documento del Gobierno estadounidense en el que también se afirmaba que se escucharon sonidos adicionales unas cuatro horas después de que se detectaran los golpes iniciales, aunque el canal de noticias dijo que la segunda aparición de ruido no se describió como golpes.
«Se escucharon otras señales acústicas que ayudarán a orientar los medios de superficie y a mantener la esperanza de que haya supervivientes», citaba la nota actualizada del Gobierno según CNN.
No quedó claro de inmediato si las noticias se basaban en la misma fuente.
El Titán, operado por la empresa estadounidense OceanGate Expeditions, fue construido para permanecer bajo el agua durante 96 horas, según sus especificaciones, lo que da a las cinco personas a bordo hasta el jueves por la mañana, antes de que se agote el aire.
Un piloto y cuatro pasajeros se encontraban en el interior del mini submarino a primera hora del domingo, cuando éste perdió la comunicación con un buque nodriza en la superficie al cabo de una hora y 45 minutos de su inmersión de dos horas.
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La zona de búsqueda es tan grande como Connecticut.
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Los restos del Titanic, transatlántico británico que chocó contra un iceberg y se hundió en su viaje inaugural en abril de 1912, se encuentran a unos 1.450 kilómetros al este de Cabo Cod, en Massachusetts, Estados Unidos, y a 644 kilómetros al sur de San Juan de Terranova, en Canadá.
Aviones estadounidenses y canadienses buscaron en más de 19.700 kilómetros cuadrados de mar abierto, un área mayor que el estado de Connecticut, dijo el capitán de la Guardia Costera de Estados Unidos Jamie Frederick a los periodistas en una conferencia de prensa el martes.
Un buque comercial con un sumergible de aguas profundas teledirigido también estaba buscando cerca del lugar, dijo Frederick.
Por otra parte, un buque de investigación francés que transportaba su propio barco robot de inmersión en aguas profundas fue enviado a la zona de búsqueda a petición de la Marina estadounidense y se esperaba que llegara el miércoles por la noche hora local, según el instituto de investigación Ifremer.
Entre las personas que iban a bordo del Titán, en una expedición turística que cuesta 250.000 dólares por persona, figuraban el multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años, y el empresario de origen paquistaní Shahzada Dawood, de 48, con su hijo Suleman, de 19 años, ambos ciudadanos británicos.
También viajaban a bordo el explorador francés Paul-Henri Nargeolet, de 77 años, y Stockton Rush, fundador y consejero delegado de OceanGate Expeditions. Las autoridades no han confirmado la identidad de ningún pasajero.
Según los expertos, los equipos de rescate se enfrentan a importantes obstáculos, tanto para encontrar el Titán, como para salvar a las personas que viajan a bordo.
Según Alistair Greig, profesor de ingeniería naval del University College de Londres, en caso de emergencia, el piloto habría soltado lastres para volver a la superficie. Sin embargo, a falta de comunicación, localizar un sumergible del tamaño de una furgoneta en el vasto Atlántico podría resultar complicado, afirma.
El sumergible está sellado con pernos desde el exterior, lo que impide que sus ocupantes escapen sin ayuda aunque salga a la superficie.
Si el Titán se encuentra en el fondo del océano, las tareas de rescate serían aún más difíciles debido a las condiciones extremas a más de 3 kilómetros bajo la superficie. El Titanic se encuentra a 3.810 metros bajo el agua, donde no penetra la luz solar. Sólo equipos especializados pueden alcanzar tales profundidades sin ser aplastados por la enorme presión del agua.
«Creo que si está en el fondo del mar, hay muy pocos submarinos capaces de llegar tan profundo. Por lo tanto, creo que sería casi imposible efectuar un rescate de submarino a submarino», afirmó Tim Matlin, experto en el Titanic.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, «seguía de cerca los acontecimientos», declaró el martes el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
OceanGate dijo que estaba «movilizando todas las opciones» y el contralmirante de la Guardia Costera de Estados Unidos John Mauger dijo a NBC News que la compañía estaba ayudando a guiar los esfuerzos de búsqueda.
El hundimiento del Titanic, en el que murieron más de 1.500 personas, ha sido inmortalizado en libros y películas, incluida la superproducción de 1997 «Titanic», que renovó el interés popular por el naufragio.
DETECTAN SONIDOS EN LA BÚSQUEDA DEL SUBMARINO QUE EXPLORABA RESTOS EL TITANIC
Aviones canadienses detectaron ruidos submarinos en el Atlántico Norte en la búsqueda de un sumergible turístico que desapareció durante un viaje a los restos del Titanic, dijo la Guardia Costera de Estados Unidos.