En las próximas horas se dará a conocer formalmente un paquete de armas valuadas en 700 millones de dólares, incluidos los sistemas de misiles de artillería de alta movilidad (HIMARS, siglas en inglés), que permitirán a Ucrania alcanzar sus objetivos con mayor precisión en la región oriental del país.
Los funcionarios de la Casa Blanca, quienes pidieron mantenerse anónimos, también comentaron que los oficiales ucranianos ofrecieron garantías de que los HIMARS no se utilizarán para atacar objetivos dentro del territorio ruso.
El comunicado tuvo lugar en medio de informes que rezaban que Estados Unidos se preparaba para ayudar a Ucrania con este tipo de sistema avanzado, algo que Kiev anhela obtener para sus combates contra Rusia en la región oriental de Donbass.
En lugar de los misiles de largo alcance que pueden viajar hasta 186 millas (300 kilómetros), Estados Unidos enviará misiles de alcance medio, los cuales viajan alrededor de 50 millas (80 kilómetros).
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, escribió en un ensayo que se publicó en The New York Times, donde aseguró que su Administración continuará «proporcionando a los ucranianos sistemas de misiles y municiones más avanzados que les permitirán atacar con mayor precisión objetivos clave en el campo de batalla dentro de Ucrania».
EL país norteamericano, continuó el mandatario, no busca «una guerra» entre la OTAN y Rusia.
El lunes pasado, el demócrata descartó la posibilidad de que Washington envíe a Ucrania «sistemas de misiles que puedan atacar a Rusia».
