El precandidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, buscó en Córdoba el voto local y dijo que el distrito «es parte de la Argentina con la que uno sueña».
Por su parte, la candidata a vicepresidente, Cristina Fernández, decidió quedarse en la provincia de Buenos Aires para apuntalar el cierra de campaña de Axel Kicillof.
«Necesitamos que Córdoba sea también el motor del cambio», remarcó Alberto Fernández sobre el final de su discurso en el Estadio Orfeo de la capital provincial.
Fernández regresó a la provincia mediterránea para intentar achicar la distancia con el oficialismo en los últimos días antes de las primarias y se mostró confiado en que «en breve» Córdoba también se sumará al compromiso que este miércoles firmó en Rosario con una docena de provincias.
«Le he dedicado todo el tiempo que los cordobeses merecen para que tratemos de entendernos con Córdoba y llevarnos mejor», señaló Fernández, al referirse al primer tramo de la campaña nacional previa a la PASO del próximo domingo.
Por su parte, Cristina Kirchner puso el acento en la campaña de Kicillof, que optó por prescindir de grandes actos y recorrer el territorio bonaerense en auto, algo que repitió este jueves con un viaje que lo llevó por Cañuelas, Chivilcoy y San Andrés de Giles, antes de llegar al cierre en Merlo.
«Nunca vi una campaña a gobernador como la que ha realizado Axel Kicillof. Ver recorrer a quien quiere ser gobernador de esta provincia los 300 mil kilómetros cuadrados que tiene a bordo de un pequeño auto acompañado únicamente de tres personas y competir con recursos económicos como nunca se vio… Esta es la campaña de David y Goliat», destacó la ex presidenta.
Cristina Kirchner también destacó la importancia de que el postulante a gobernador sea «un hombre que conoce la macroeconomía», porque Buenos Aires «es un país dentro de otro país, que tiene más de un tercio del trabajo registrado y que tiene una industria manufacturera, representa casi el 54% de la industria manufacturera de la Argentina».