Los resultados electorales del domingo 12 de mayo en Córdoba fueron contundentes: el gobernador peronista Juan Schiaretti se consagró por un segundo mandato en la provincia al obtener el 49% de los votos, con una victoria decisiva sobre Mario Negri y Ramón Mestre, los candidatos de Cambiemos que en conjunto apenas consiguieron la mitad de los votos del triunfador. La derrota fue especialmente difícil para el oficialismo nacional porque fue en Córdoba donde nació Cambiemos, y ese distrito fue clave para impulsar el triunfo del presidente Mauricio Macri en el balotaje de 2015. En los comicios nacionales de ese año, el líder de Cambiemos obtuvo un 53% de los votos en la provincia, mientras que en la segunda vuelta contra Daniel Scioli ese porcentaje creció a más del 70%. En 2017, además, la coalición hizo una gran elección en las legislativas y dejó el peronismo en segundo lugar. Esa fortaleza no pudo mantenerse y los resultados se vieron el domingo. La tensión al interior de la coalición entre Mestre y Negri, y la negativa a participar de una interna, hizo que ambos candidatos jugaran en la elección por separado. Elisa Carrió apoyó a Negri, y amenazó con romper Cambiemos en todo el país si él no era el candidato del oficialismo. Mestre, referente de la Unión Cívica Radical, quiso forzar el aparato partidario para quedarse con la postulación y terminó logrando que, gracias a la competencia de dos fórmulas separadas, la capital quedara en manos de Martín Llaryora, el candidato de Schiaretti por Hacemos por Córdoba. El radicalismo no perdía la ciudad más grande de la provincia desde 2003.
El PJ busca capitalizar la elección a nivel nacional. La derrota de los dos candidatos ligados al oficialismo generó que peronistas y kirchneristas como Agustín Rossi, Oscar Parrilli y Felipe Solá convoquen al diálogo e inciten a un acercamiento con Cristina Kirchner para lograr un «gran frente opositor» de cara a octubre. Los analistas son cautos a la hora de proyectar resultados provinciales hacia un eventual escenario nacional, pero reconocen en Juan Schiaretti —que hasta ahora mantuvo una buena relación con el presidente Mauricio Macri— un potencial para poder ejercer peso a la hora de configurar el mapa electoral para octubre. Para Lucas Romero, director de la consultora Synopsis, los procesos electorales provinciales tienen una incidencia “acotada” en el proceso nacional, aunque sí colaboran con la construcción de una expectativa de un determinado espacio o candidato, e influyen en el modo en que la gente configura ese escenario. “Si el Gobierno viene perdiendo todas las elecciones, la gente podría ver que hay elementos de llevan a pensar que está débil, lo que pone en duda las expectativas de que Macri pueda ser reelecto en los próximos comicios”, explicó el analista.
A poco más de un mes del cierre de listas, aún no se sabe quiénes serán los candidatos a la Presidencia ni cómo se conformarán las alianzas para las PASO de agosto, las generales de octubre y el posible balotaje de noviembre. En ese contexto, Romero plantea que esta elección posiciona a Juan Schiaretti “muy fortalecido» para poder incidir en la realidad nacional. “Lo que haga Schiaretti va a tener decididamente un rol y un impacto en la escena, y puede terminar de moldearla”, analizó. El titular de Synopsis reconoció tres escenarios posibles: “Puede asumir el liderazgo y ordenar el espacio de la tercera alternativa, puede tomar una postura más cauta sin ser protagonista pero en ese peronismo alternativo, y una tercera opción sería que se repliegue sobre Córdoba”, planteó. Esta última posibilidad favorecería a Cambiemos porque, ante la ausencia de consenso de una tercera vía, ayudaría a consolidar un escenario de polarización entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Jorge Giacobbe, consultor político y Presidente de Giacobbe & Asociados Opinión Pública S.A, opinó que la posibilidad que más puede modificar el mapa electoral sería que Juan Schiaretti decida ser el candidato a presidente por Alternativa Federal, algo que cambiaría “sustancialmente” el panorama de cara a octubre. En diálogo con este medio, Giacobbe destacó que el gobernador “es un socio privilegiado del macrismo», por el conocido buen vínculo que hay entre ambos dirigentes desde hace años, algo que podría incidir en las decisiones que tome en los próximos meses. “Si el cree que gana Macri va a plantear un escenario, si cree que gana Cristina es otro distinto. Si su mapa dice que gana Macri, es probable que termine armando un peronismo federal que sea útil a ese propósito”, explicó.
Sobre el panorama electoral de Cambiemos en la provincia, Giacobbe admitió que “el gobierno está en problemas en Córdoba y en todo el país” al tener en cuenta los números que muestran las encuestas, pero resaltó que los votos de Córdoba tampoco son funcionales al kirchnerismo. “Independientemente de que Cambiemos obtenga el mismo volumen de votos en Córdoba que en 2015 o no, no veo que la provincia gire hacia un voto kirchnerista”, afirmó En esa línea coincidió el consultor político y analista de opinión pública Raúl Aragón, quien cree que en octubre no se eligen candidatos, sino “modelos de país”. “Ya sabemos cuál es el modelo de Macri y cuál el de Cristina. Si no aparece una tercera opción con posibilidades electorales, vamos a terminar eligiendo entre uno u otro modelo”, comentó. Sobre cómo puede leerse la consolidación de Schiaretti en Córdoba, apuntó a que “lo que indica la elección de Córdoba es un altísimo nivel de rechazo al modelo de este gobierno”, y opinó que esto puede verse reflejado en la elección nacional desde la provincia. ”Hoy por hoy Schiaretti es el referente del peronismo con mayor poder electoral, eso le da una posición de liderazgo. Creo que es una figura imprescindible a la hora de definir la interna del peronismo federal”, concluyó.