Entre los vecinos de Ramos Mejía se volvió moneda corriente la presencia de alumnos en la plaza cercana a la estación de tren o sobre Avenida de Mayo. No se trata de ninguna excursión: los chicos deben ser evacuados ante las amenazas de bomba.
Según denunciaron varios padres a través de twitter, esta vez fue el turno de un Jardín y del colegio Don Bosco.
Por protocolo, los chicos deben ser evacuados a la calle y la policía debe hacer un meticuloso allanamiento en búsqueda de algún elemento explosivo.
Varias horas de clases se pierden por este procedimiento: “Se pierde mucho tiempo de enseñanza cada vez que amenazan”, aseguró una vecina en twitter.
¿Bromas de mal gusto o ganas de meter miedo?