El policía detenido por balear a su ex novia, a la madre y la hermana de 12 años, en dos domicilios de la ciudad de La Plata, se negó a declarar y quedó imputado por el delito de «tentativa de homicidio calificado».
Así los determinó el fiscal platense Álvaro Garganta, quien imputó a la acusado, el oficial de la Policía Bonaerense Maximiliano Godoy, de 27 años.
Godoy se entregó el lunes por la madrugada luego de ser buscado por atacar a balazos el domingo último a su ex novia Sabrina Belmonte, de 26; la madre de la joven, Maira González, de 47, y una niña de 12, hija de la segunda.
Según difundió el diario El Día, Belmonte declaró que piensa que el policía baleó a su progenitora para lastimarla, ya que ella «siempre le hizo saber que su madre era lo más importante».
Godoy fue llevado ante el fiscal Garganta pero apeló a su derecho a negarse a declarar, por consejo de su abogado.
En cuanto al ataque a Belmonte, Godoy afronta una acusación por «tentativa de homicidio calificado por su condición de ex pareja y por mediar violencia de género, agravado por la utilización de un arma de fuego».
En tanto, por balear a la madre de su ex novia y a la hermanita, lo imputaron por «tentativa de homicidio calificado por el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantuvo una relación, agravado por la utilización de un arma de fuego en concurso real con lesiones leves agravadas por la utilización de un arma de fuego».
Por otro lado, al evaluar que Godoy prestaba servicio en la Unidad Táctica Operativa de Infantería (UTOI) de La Matanza, Garganta consideró, que los ataques fueron perpetrados «por un miembro de las fuerzas de seguridad, parte de un ‘agrupamiento comando’, especializado en las respuestas tácticas rápidas, situación que apuntala desde esa experticia la finalidad homicida de los disparos».
Para el instructor, en ambos ataques, perpetrados tanto en la casa de su ex novia como en la de su ex suegra, el acusado tuvo un fin homicida que no concretó «por razones ajenas a su voluntad».
